Como Oficial de Campo IPSC, en todas las competencias que juzgue, mi principal responsabilidad será la seguridad de los competidores, espectadores y de mis compañeros Oficiales. Seré siempre gentil, y mantendré un firme control en mi campo y en todas mis áreas de responsabilidad. Me esforzaré por ser totalmente justo e imparcial en mis juicios.

  1. La seguridad será siempre mi meta fundamental, la eficiencia y la velocidad de la competición serán factores secundarios.
  2. Es un privilegio y un honor servir como Oficial de Campo, y así actuaré por consiguiente.
  3. Es mi deber asistir a todos los competidores en sus tentativas de lograr sus metas, y no obstaculizarlas con hostigamientos indebidos o comportamiento autoritario.
  4. Dejaré de lado prejuicios personales, y actuaré siempre como un juez imparcial.
  5. Guardaré mis opiniones personales para mí y no criticaré a ningún individuo más allá del campo de la competencia.
  6. Me familiarizaré a fondo con todas las regulaciones actuales, reglas de competición y temas relacionados.
  7. Seré particularmente firme y justo en mis intervenciones durante el transcurso de una etapa, y estaré preparado para indicar de una manera clara y precisa, de mis razones al competidor o a cualquier oficial de campo.
  8. Durante el transcurso de una etapa, mi atención estará centrada claramente en el competidor que está desarrollando la etapa, y no permitiré que mi atención sea desconcentrada o relajada.
  9. Antes y durante de una etapa, nunca consumiré bebidas alcohólicas o narcóticos. Entiendo que si violo esta regla, puedo ser suspendido o expulsado de los Oficiales de Campo.
  10. Conferenciaré solamente con Oficiales de Campo y responsables de la competencia, con respecto al comportamiento de un competidor o de cualquier decisión que se halla tomado.
  11. Ejerceré la debida consideración por las emociones personales de cualquier competidor, y actuaré de manera de no desconcentrar o disturbar al competidor más allá de lo absolutamente necesario.
  12. Me esforzaré incluso para nunca dar la apariencia de hacer lo incorrecto.